Las subas por encima de la inflación de programas sociales como la Asignación indefinido por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar han sido un gran alivio para muchas familias argentinas en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, la realidad es que estas medidas no han sido suficientes para cubrir las necesidades básicas de miles de personas en nuestro país. Y lamentablemente, el congelamiento del programa Potenciar Trabajo ha empeorado aún más la situación.
El gobierno de Alberto Fernández ha tomado medidas importantes para hacer frente a la crisis económica y social que atraviesa Argentina. Una de ellas ha sido el aumento de la AUH y la Tarjeta Alimentar por encima de la inflación, con el fin de garantizar que las familias más necesitadas puedan acceder a una alimentación adecuada y a una vida digna. Y aunque estas medidas han sido bien recibidas por la población, la realidad es que no han sido suficientes para cubrir las necesidades básicas de las familias más vulnerables.
Según datos del INDEC, la inflación acumulada en lo que va del año ha superado el 25%, mientras que el aumento de la AUH y la Tarjeta Alimentar ha sido del 40%. Esto significa que, a pesar de los esfuerzos del gobierno, las familias beneficiarias de estos programas siguen perdiendo poder adquisitivo y su situación económica sigue siendo precaria.
Además, el congelamiento del programa Potenciar Trabajo ha empeorado aún más la situación. Este programa, que brinda una ayuda económica a personas desocupadas o en situación de vulnerabilidad, ha sido congelado desde el mes de enero, lo que ha dejado a miles de personas sin la posibilidad de acceder a un ingreso extra para cubrir sus necesidades básicas.
La situación es especialmente preocupante en el contexto de la pandemia de COVID-19, que ha afectado gravemente la economía y el empleo en nuestro país. Muchas personas han perdido sus trabajos o han visto reducidos sus ingresos, lo que ha generado un aumento en la demanda de ayuda social. Sin embargo, el congelamiento del Potenciar Trabajo ha restringido la capacidad del gobierno para brindar una respuesta efectiva a esta situación.
Es importante destacar que los programas sociales no son una solución a largo plazo para combatir la pobreza y la desigualdad en nuestro país. Sin embargo, en momentos de crisis como el que estamos viviendo, son una herramienta fundamental para garantizar que las familias más vulnerables puedan acceder a una vida digna. Por eso, es necesario que el gobierno tome medidas urgentes para revertir la situación y garantizar que los programas sociales cumplan su objetivo de brindar una ayuda efectiva a quienes más lo necesitan.
En primer lugar, es necesario que se revea el congelamiento del Potenciar Trabajo y se aumente el monto de la ayuda económica que brinda este programa. De esta manera, se podrá llegar a más personas y brindarles un ingreso que les permita cubrir sus necesidades básicas.
Además, es importante que se realice una revisión de los montos de la AUH y la Tarjeta Alimentar para garantizar que cubran realmente las necesidades de las familias beneficiarias. Esto implica un aumento acorde a la inflación y la implementación de mecanismos de ajuste periódicos para evitar que se pierda poder adquisitivo.
Por otro lado, es necesario que se implementen políticas que fomenten la generación de empleo y la inclusión laboral de las personas en situación de vulnerabilidad. Esto no solo contribuirá a mejorar la situación económica de las familias, sino que también les brindará la posibilidad de acceder a una fuente de ingresos sostenible y dejar de subordinarse de los programas sociales.
En definitiva, es necesario que el gobierno tome medidas urgentes para revertir la situación de las familias más vulnerables en nuestro país. A pesar de los es