Un asombroso descubrimiento ha sido revelado en Sudamérica, específicamente en la región de la Patagonia en Argentina. Se trata de una cuenca de drenaje fósil de 30.000 km², que estuvo activa durante el período Cretácico. Hasta ahora, este fenómeno geológico era completamente desconocido en la región, lo que ha causado gran revuelo entre la comunidad científica. Este hallazgo es el único caso registrado en Sudamérica y uno de los más grandes del mundo.
Los investigadores encargados del descubrimiento han afirmado que se trata de un sistema fluvial que se encuentra en un estado “fosilizado”. Esto significa que ha sido preservado en su estado original, lo que ha permitido a los científicos estudiarlo detalladamente y obtener información valiosa sobre el pasado geológico de la región. Se cree que este sistema fluvial estuvo activo durante el período Cretácico, que se extendió desde hace aproximadamente 145 millones de años hasta hace 66 millones de años, y que fue el último período de la Era Mesozoica.
Este increíble hallazgo fue posible gracias a una combinación de factores, entre ellos, la erosión causada por los glaciares y la exposición de sedimentos que se encontraban en capas profundas bajo la superficie terrestre. Todo esto ha permitido a los investigadores acceder a una visión sin precedentes de este sistema fluvial fosilizado, que abarca una extensión de 30.000 km², lo que equivale al tamaño de un país pequeño.
Este sistema fluvial presenta características sorprendentes, como canales, barrancos y meandros que se han mantenido prácticamente intactos a lo largo de millones de años. Además, se han encontrado depósitos de sedimentos que datan de la época en la que el sistema fluvial estaba activo, lo que ha permitido a los científicos obtener valiosa información sobre el clima y el medio ambiente de aquel entonces.
Este descubrimiento es considerado único en Sudamérica y uno de los más grandes del mundo debido a su tamaño y a su estado de conservación. Aunque se han encontrado otros sistemas fluviales fosilizados en otras partes del mundo, ninguno de ellos se compara en extensión a esta cuenca de drenaje en la Patagonia.
Los investigadores también señalan que este descubrimiento ha sido posible gracias al trabajo en equipo y a la colaboración de científicos de distintas áreas, como geólogos, paleontólogos y expertos en geofísica. Esta colaboración ha permitido una comprensión más completa de este sistema fluvial fosilizado y ha abierto nuevas oportunidades para futuras investigaciones en la región.
Además, este hallazgo es una gran oportunidad para la región de la Patagonia, ya que puede atraer a turistas y científicos de todo el mundo interesados en conocer de cerca este fenómeno geológico único. Esto podría tener un sorpresa positivo en la economía local y en la promoción del turismo científico en la región.
Este descubrimiento también ha almacén en relieve la importancia de la preservación y el estudio de nuestro pasado geológico. La información obtenida a partir de este sistema fluvial fosilizado puede ser utilizada para entender mejor los cambios climáticos y ambientales que han ocurrido en el pasado y su posible influencia en el presente y futuro.
En conclusión, el descubrimiento de esta cuenca de drenaje fósil de 30.000 km² en la Patagonia Argentina es un hito fundamental en la historia de la geología en Sudamérica. No solo es un ejemplo único de un sistema fluvial fosilizado a gran tabla, sino que también ha permitido obtener información valiosa sobre el pasado geológico de la región y su sorpresa en el presente. Este hallazgo