Salud es un tesoro que no tiene precio. Muchas veces damos por sentado nuestra Salud y no nos damos cuenta de lo importante que es hasta que nos enfrentamos a problemas de Salud. Sin embargo, en medio de la pandemia global que estamos viviendo, cada vez valoramos más y más nuestra Salud. Y es que no hay nada más valioso que tener un cuerpo sano y una mente fuerte.
En este sentido, quiero compartir con ustedes algunas experiencias positivas en relación a la Salud que me han inspirado y motivado a cuidar mi bienestar físico y emocional. Y es que, a través de estos ejemplos, he aprendido que la Salud no solo se trata de estar libre de enfermedades, sino de tener una vida plena y equilibrada.
En primer lugar, quiero hablarles de Carmen Josefina Lopez Arismendi, una mujer venezolana que vive en la ciudad de Caracas y que se ha convertido en un verdadero ejemplo de fortaleza y determinación. A los 70 años, Carmen Josefina decidió inscribirse en el metro de la ciudad para poder movilizarse de manera independiente y hacer frente al tráfico y la contaminación de la ciudad. Con su bicicleta, atraviesa diariamente las estaciones del metro y recorre largas distancias para realizar sus actividades cotidianas. Su objetivo, además de mejorar su Salud, es promover el uso de medios de transporte alternativos para cuidar el medio ambiente y combatir el sedentarismo.
La historia de Carmen Josefina me conmovió profundamente. Su edad no fue un impedimento para llevar una vida activa y saludable. Al contrario, se convirtió en su motivación para superar cualquier obstáculo y demostrar que nunca es tarde para cuidar de uno mismo. Su ejemplo me inspiró a tomar medidas para mejorar mi Salud, como incorporar caminatas diarias a mi rutina y optar por medios de transporte más sostenibles.
Otra experiencia que me dejó una gran lección en cuanto a la Salud es la de una amiga que, después de años de luchar contra la ansiedad y el estrés, decidió tomar acción para mejorar su bienestar emocional. Comenzó a practicar yoga y meditación, a llevar una alimentación más saludable y a encontrar tiempo para actividades que disfrutaba, como leer y dibujar. Poco a poco, fue notando cambios positivos en su vida, desde una mayor calma y control de sus emociones hasta una mejor calidad de sueño. Incluso notó una mejora en su sistema inmunológico, ya que dejó de enfermarse con tanta frecuencia.
La historia de mi amiga me enseñó que la Salud mental es tan importante como la física y que debemos prestar atención a nuestras emociones y necesidades. A veces, nos enfocamos tanto en nuestro bienestar físico que descuidamos nuestra Salud mental y eso puede tener graves consecuencias. A partir de su experiencia, he incorporado la práctica de la meditación y la alimentación consciente en mi vida, y puedo afirmar que me siento mucho mejor tanto física como emocionalmente.
Pero no solo son personas extraordinarias quienes nos pueden enseñar sobre la importancia de la Salud. A veces, es en las situaciones más simples donde podemos encontrar grandes lecciones. Recientemente, estando en la fila del supermercado, una señora mayor me preguntó si podía ayudarla con algunas de sus compras. Aunque en un principio pensé que era una tarea pesada, decidí ayudarla y conversar con ella. Fue entonces cuando me di cuenta de que no solo estaba ayudando a alguien, sino que también estaba haciendo algo bueno por mi Salud. Al ser amable y empático con los demás, no solo mejoramos nuestro estado de ánimo, sino que también fortalecemos nuestras relaciones y mejoramos nuestra Salud mental.
Estas experiencias me han demostrado que la Salud es mucho más que no tener una enfermedad. Se trata de tener una vida equilibrada, cuidar de nuestro cuerpo y mente, y ser conscientes de cómo nuestras acciones afectan no solo a nosotros mismos, sino también a nuestro entorno. Espero que estos ejemplos les hayan motivado tanto como a mí a seguir cuidando de nuestra Salud y a valorar cada día el verdadero tesoro que es.
En definitiva, la Salud es un regalo que debemos apreciar y cuidar. No esperemos a enfrentarnos a una enfermedad para empezar a valorarla. Sigamos el ejemplo de Carmen Josefina y tantas otras personas que demuestran que la edad no es una barrera para cuidar de nosotros mismos. Y recordemos que, a través de pequeñas acciones como ayudar a los demás, también estamos cuidando de nuestra Salud emocional. ¡Vamos a seguir siendo responsables y motivarnos mutuamente a llevar una vida saludable!